CAER
- Enrique Ruiz Alcázar
- hace 2 días
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Siento el vacío bajo mis pies.
Todo se mueve y gira en espiral.
No puedo apartar mis ojos de aquí.
Miro a la cuerda para saber cómo apoyar mis pies y no caer.
Me resisto, me asusto, me contraigo como si pudiera contenerme.
Compactarme en una sola pieza.
Mi mente crea estrategias para poder avanzar.
Abro los brazos para equilibrar mi YO, mis dos partes.
Me siento puente.
Siento el peso, el aire que se me mete entre mis dedos, como mueve mi pelo ahí arriba.
Siento el impulso de dejarme caer y no resistirme más.
Entonces traigo los brazos hacia mí y me rodeo con ellos ¡tan fuerte! que me hago un YO entero.
Cierro los ojos y dejo de mirar ahí fuera, dejo que mi peso caiga hacia atrás.
Me precipito así al vacío liberador, ese tan lleno de nada y vacío de todo.
Mi mente espera el impacto para encontrar el final y no sufrir más... pero no llega.
Mientras sigo cayendo abro los ojos y puedo ver todo lo que dejo
Y cuanto más caigo más pequeña se va haciendo esa imagen.
Mi piel reconoce una suave caricia, un susurro al oído, un abrazo que lo sostiene todo.
Miles de nebulosas de luz y calor me rodean.
No es fácil de explicar cuando uno no ve con los ojos.
Lorena Basoa





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